viernes, 27 de febrero de 2015

Atardecer en la playa de Motril



Ante mis ojos el horizonte azul,
la ancha y larga playa
cubierta de guijarros
y de los últimos rayos del sol,
a lo lejos el verde seco de los montes,
y detrás el sonido de la ciudad.
Y en medio del verano
te volteas a mirarme
desde esa interminable distancia
y me enciendes mil fuegos
en la imaginación.
Una mirada
que ya no se desprende de mí,
que en su cielo
tiene estrellas que aún me quieren,
que dice que todavía
en las noches antes de cerrar
los ojos
susurras mi nombre
para que yo a lo lejos
en medio de la soledad
te oiga y escuche al viento de la noche
cantando el recuerdo eterno
de tu mirada.

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