sábado, 28 de febrero de 2015

Pienso en ti

 Pienso en ti
y vuelve el ayer,
porque era feliz,
porque eras tú.
Pienso en ti
y me odio
por seguir viviendo
en el ayer,
por quererte.
Cuando el ayer piensa en mí,
me duele,
porque no es hoy,
porque no es ahora,
porque no estás entre mis brazos.
El ayer piensa en mí
y duele,
porque era feliz,
porque estaba contigo,
porque todo en él aún habla de ti.

El cielo que nos separa

Cuando mis sueños
cada noche
recorren tu piel,
tú -al otro lado del mundo-
te erizas. 
Suspiras.
Y un mar de estrellas
desborda el cielo
que nos separa
para que seamos
un sólo amor 
en los sueños de la noche.  

viernes, 27 de febrero de 2015

Atardecer en la playa de Motril



Ante mis ojos el horizonte azul,
la ancha y larga playa
cubierta de guijarros
y de los últimos rayos del sol,
a lo lejos el verde seco de los montes,
y detrás el sonido de la ciudad.
Y en medio del verano
te volteas a mirarme
desde esa interminable distancia
y me enciendes mil fuegos
en la imaginación.
Una mirada
que ya no se desprende de mí,
que en su cielo
tiene estrellas que aún me quieren,
que dice que todavía
en las noches antes de cerrar
los ojos
susurras mi nombre
para que yo a lo lejos
en medio de la soledad
te oiga y escuche al viento de la noche
cantando el recuerdo eterno
de tu mirada.

La profesora de inglés


Al verla 
me enamoré
como se enamoran 
los aprendices del amor: para siempre.
Me aprendí de memoria
su mirada, su risa, su voz,
sus gestos, cada palabra que decía.
Pero un día
al volver de las vacaciones
para seguir amándola,
se había ido con su vida,
mis sueños y su amor.
Desde ese día
han pasado muchos amores
y un par de siempres,
pero aún hoy cuando sueño
con la profesora de inglés
solo puedo decir
en el silencio de un suspiro:
I´m still loving you.

Sueño contigo



Este cielo,
aquella estrella,
la luna,
las luces de la calle,
el ruido a lo lejos
de un carro que se aleja,
la ventana a oscuras,
las sombras que se arrastran,
el silencio de los árboles,
el ruido de la madera,
esta noche
toda me habla de ti.
Habla de ti
entre mis sueños
que no cesan de soñarte.
Y yo sueño que si la noche
habla de ti,
tú tambien la oyes
y me sueñas.

jueves, 26 de febrero de 2015

Romper a llorar

Hay instantes
en que quisiera romper a llorar
para que al fin
este dolor interminable
salga de mí,
para que se rompa el encantamiento
que mi cuerpo padece,
para que la vida me perdone
las alegrías cometidas y por cometer.
A veces
quisiera romper a llorar
como si fuera la última lluvia
de mi vida,
como si no hubiera mañana
y el sol no quisiera regresar a mí.
Quisiera romper a llorar
para que en ese río desbordado
se ahogue al fin
esa imagen tuya que aún me ronda.

miércoles, 25 de febrero de 2015

El último verano


Del último verano
sólo quedan ausencias,
silencios que se despiertan
en la oscuridad.
La noche no recuerda.
Nadie sabe que fui eterno
cuando me mirabas.
No hay un amor que me espera 
al otro lado de los sueños.
El verano se ha ido
y el invierno me espera
al borde de recuerdos desolados.
Me he perdido de la vida
mientras todo se aleja de mí. 

Enamorado

Descubro tu cuerpo,
pueblo de besos
la llanura de tu vientre,
naufrago en tu mirada.
Hago florecer
con mi lengua  
tus pasiones,
vuelo una y otra vez
hasta tu cielo 
para amarte.
Adoro tus besos 
que me vuelven eterno.
Intuyo el paraíso 
con tus caricias.
Me sumerjo 
en ti
para amarte siempre, 
y siempre
volver a  amarte.
Cada noche 
anudo tus sueños
a mis sueños.
Me he enamorado de ti. 

martes, 24 de febrero de 2015

Noche de luna llena

En una noche de luna llena
nos intuimos 
antes de vernos, 
lo supimos como si 
ya nos hubiéramos besado,
nos presentimos
como si 
antes nos hubiéramos amado,
nos vimos 
el deseo en los ojos
y un escalofrío
nos recorrió
al saber  
que habríamos sido
el amor perfecto.
Pero sólo fue 
el instante
en que dos corazones
se intuyeron
en una noche de luna llena. 

jueves, 19 de febrero de 2015

Un amor en la niebla



Había en sus ojos
esa niebla de las tardes tormentosas.
Una niebla
que me recordaba
la mirada que tenía
cuando a cierta hora de la tarde
me invitaba
a ser felices en una playa escondida.
Se dejaba amar
como si fuera ella una isla
y yo el mar embravecido
que sin cesar la tomaba y la dejaba.
Era un amor
atormentado por la pasión
que parecía
que nunca fuera a terminar.
Desnuda ella era la tierra florecida.
En ella todo era
suave y firme, dulce y fortuito.
Era su vida sólo suya
como cada uno de los secretos
que jamás me confesó.
Pero en su piel yo adivinaba
otros mundos, otros hombres,
tantos sueños...
Yo la quise a mi manera,
como un hombre
que ha de partir, como lo que soy,
un soñador
sin esperanzas y sin destino.
A veces despierto
envuelto en la luz 
del verano
y siento en la piel
que su olvido se quiebra 
y que aún nos recordamos en la niebla 
atormentada de la soledad.

sábado, 14 de febrero de 2015

Te perdí


No sólo te perdí,
me perdí yo
y se perdieron el sol, 
la luna y las estrellas;
perdí la felicidad
y los sueños.
Más no perdí
el tiempo,
porque fue
el mejor de mi vida.

jueves, 12 de febrero de 2015

Tú eres el amor


Tú eres 
cada una de mis noches,
el instante perfecto del día.
Eres la razón
de mi risa que se pierde por la casa,
de mi repentino deseo de bailar,
de mis mejores ideas.
Tú me   acompañas
en mis momentos de silencio,
en mis largas caminadas.
Compartes
mi predilección por el azul,
mi debilidad por el chocolate,
mis ganas de no dormir,
mi deseo de otro beso y uno más.
Tú conoces
cada recoveco de mi vida,
mis sueños más privados,
mi devoción por la duda,
mi admiración por los imposibles,
mi manera de nadar,
mis libros que leo una y otra vez,
mi fascinación por la música,
mi gusto por caminar descalzo,
mi manera de arruncharme junto a ti,
mi amor por ti.
Tú eres, en fin,
el sueño donde
llueve eterno mi amor,
donde mis sueños
despiertan cada mañana.

miércoles, 11 de febrero de 2015

Madrugo a verte

Madrugo
a verte revolotear por la casa.
No te gusta
despedirte 
pues no quieres
que nada nos separe.
Y cuando me voy
te llevo conmigo.
Nunca te olvido,
ni cuando duermo
pues siempre
sueñas conmigo.
Durante el día
miras una y otra vez
el reloj contando los minutos
que faltan
para correr a mí,
para que te tenga
entre mis brazos
y al llegar la noche
volver a tus sueños,
querida soledad.

sábado, 7 de febrero de 2015

El paraíso perdido


Hay
ciertas tardes
con un dulce olor a durazno,
de música melancólica
que se esparce por el jardín,
en que me asomo al ayer
y te sueño;
entonces me siento
como Adán
cuando en tardes 
como éstas
desde la lejana tierra
contemplaba nostálgico
el paraíso perdido.