lunes, 7 de abril de 2014

Nadie como ella


A ese amor que me quiere como soy

Nadie como ella
para en esa hora cuando ya todo
me parece que es tristeza
devolverme a la vida.
Nadie como ella
para desandar las
mil vicisitudes de la existencia
sin prisas ni miedos.
Es con ella
-mi elegida y yo su elegido-
que tomados de la mano
nos lanzamos al universo
en busca de la dicha del otro.
Y al despertarme en la noche
oyendo a mi lado
su respiración tranquila,
música celestial en el silencio,
sé que este instante
que vivimos
es eterno mientras ella exista.

Regreso al olvido


Ahora que regreso al olvido,
mi imaginación
se agita y mis emociones
caen pétalo a pétalo de tu corazón.
Una vez más volteo a mirar
esa estrella que me llevó
a la orilla de tus sueños.
Allí donde mi alma empapada
de promesas e ilusiones
surcó el mar de los amores.
Ya la pasión no acaricia mi piel
ni me llama desde la distancia.
Ahora que estoy a punto
de perderme en el olvido,
sé que entre ese que amaste
y los sueños
vive la irremediable tristeza.