Y
es que tú y yo
no hemos hecho otra cosa
que volar incansables
el territorio de los deseos
cada día, cada noche
y a cada instante.
Volvernos amor
en el cuerpo del otro.
Adorarnos
hasta que amanece
en nuestra piel.
Tú y yo
no hemos hecho nada distinto
a sembrar de amores
nuestros cuerpos y sueños,
volar con nuestras bocas
sobre la piel del otro,
aprender de memoria
la geografía de nuestros deseos.
Tú y yo
le hemos dado alas
a los pájaros de la pasión
para que conquisten nuestros cuerpos
y nos dejen la luz de mil colores
de los que se han amado,
de los que se quieren siempre.
Y es que tú y yo
al despertar abrazados
el uno a los sueños del otro
somos la eternidad.
no hemos hecho otra cosa
que volar incansables
el territorio de los deseos
cada día, cada noche
y a cada instante.
Volvernos amor
en el cuerpo del otro.
Adorarnos
hasta que amanece
en nuestra piel.
Tú y yo
no hemos hecho nada distinto
a sembrar de amores
nuestros cuerpos y sueños,
volar con nuestras bocas
sobre la piel del otro,
aprender de memoria
la geografía de nuestros deseos.
Tú y yo
le hemos dado alas
a los pájaros de la pasión
para que conquisten nuestros cuerpos
y nos dejen la luz de mil colores
de los que se han amado,
de los que se quieren siempre.
Y es que tú y yo
al despertar abrazados
el uno a los sueños del otro
somos la eternidad.
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