La
vida
llueve generosa.
Llega una nueva primavera
olorosa a esperanza.
Han dejado de doler
las tristezas de otras vidas.
las tristezas de otras vidas.
Respiro
con agradecimiento
cada
instante de alegría.
He
vuelto a oír
el
latido del placer correr
por
mis sueños.
No
espero nada distinto
de
la vida que el instante, el ahora.
Bailo
algunas noches
de
luna llena,
nado
al mediodía de un soleado
fin
de semana.
Me
pierdo en la dicha
de
hilar palabras
y
ver nacer metáforas
que
se van en busca
de
un lector.
Todo
parece tan bien
en esta tarde de primavera,
pero sé que dentro de mí
hay un yo
-quizá
el más terco de todos-
que no
logra olvidar
que
sólo a ti te amo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario