a
Isabella de Montfort
ha regresado la felicidad.
Bella mía,
desde que tus sueños duermen
con mis sueños
tus ojos brillan
desde que tus sueños duermen
con mis sueños
tus ojos brillan
cubriendo de estrellas
la noche de los dos.
Más
que mirarme,
me haces saber amado.
Y es que lo cierto
es que me has devuelto
el deseo de vivir;
es que me has devuelto
el deseo de vivir;
y
cuando hablas
tus
palabras me quieren
solo me quieren.
solo me quieren.
La noche y tú
-yo tan fascinado por las dos-
saben que mi piel
-yo tan fascinado por las dos-
saben que mi piel
se ha enamorado de tu piel.
Contigo entre mis brazos
mi corazón late en tus venas.
mi corazón late en tus venas.
Siempre que te miro,
y te miro todo el tiempo,
y te miro todo el tiempo,
veo
mis sueños
enamorarse de los tuyos.
enamorarse de los tuyos.
Y a la hora de despedirte
no
te vas, nunca te vas,
sino
que te quedas
y
llenas la habitación
de amor,
de música y de alegría.
de amor,
de música y de alegría.
Al amanecer
cuando la realidad
se asoma
para que volvamos a la vida
cuando la realidad
se asoma
para que volvamos a la vida
tú en el último beso
escribes una vez más
tu nombre en mi piel;
tu nombre en mi piel;
y
el universo de todos mis sueños,
te lo confieso,
sabe entonces que contigote lo confieso,
ha regresado la felicidad.
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