lunes, 7 de abril de 2014

Nadie como ella


A ese amor que me quiere como soy

Nadie como ella
para en esa hora cuando ya todo
me parece que es tristeza
devolverme a la vida.
Nadie como ella
para desandar las
mil vicisitudes de la existencia
sin prisas ni miedos.
Es con ella
-mi elegida y yo su elegido-
que tomados de la mano
nos lanzamos al universo
en busca de la dicha del otro.
Y al despertarme en la noche
oyendo a mi lado
su respiración tranquila,
música celestial en el silencio,
sé que este instante
que vivimos
es eterno mientras ella exista.

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