Ahora
que camino
el
otoño
ya
sin mis sueños,
-sueños que
perdí
en
brazos de una mujer
que
jamás volverá a pensarme-,
me
vuelvo tristeza
por
esos que fuimos.
Quisiera
recordar
que
hubo felicidad
pero
sólo llueve soledad.
Imagino
aún
los encuentros que no tuvimos,
los encuentros que no tuvimos,
que
ya no tendremos.
Hoy
estoy acá
frente
al olvido que nos separa.
Miro
una y otra vez
la
ausencia de sus ojos
y
el largo camino
que
es el olvido.
Estoy
solo mientras la vida
llueve
sobre mí
y
el ayer está tan lejos,
tan
lejos de los dos
que ya ni nos recordamos,
ni siquiera el amor.
ni siquiera el amor.
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