martes, 24 de septiembre de 2013

Hay un día


Hay días
donde no nos afana el amor,
sino la dicha del instante,
ellas, el baile y el verano,
vivir la eterna juventud.
Hay otros días
en que llueven besos,
suspiros y palabras amorosas
donde temblando de esperanza
intuimos que el amor
puede ser nuestro.
Pero hay un día
en que una mujer nos mira
desde el otro lado de sus sueños
con unos ojazos maravillados,
nos espanta la tristeza
con una caricia
y al sentir el amor
revolotear en nuestros cuerpos
intuimos que esa dicha 
que nos invade
puede ser para siempre.

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